Región y sociedad, vol. 31, 2019
El Colegio de Sonora
Sergio Garcés Díaz sergarces26@gmail.com
Universidad Autónoma del Estado de México, Mexico
Jesús Gastón Gutiérrez Cedillo jggc1321@yahoo.com.mx
Universidad Autónoma del Estado de México, Mexico
Carlos Alberto Pérez Ramírez capr.docencia@gmail.com
Universidad Autónoma del Estado de México, Mexico
Roberto Franco Plata rfplata@gmail.com
Universidad Autónoma del Estado de México, Mexico
Recepción: 11 Febrero 2019
Aceptación: 02 Septiembre 2019
Fecha de publicación: 23 Octubre 2019
Resumen: En esta investigación se evaluó la sustentabilidad en los municipios de Malinalco, Tenancingo de Degollado y Villa Guerrero, ubicados en la zona ecotono del Estado de México, entre 2017 y 2019. Con metodología basada en el marco para la evaluación de sistemas de manejo incorporando indicadores de sustentabilidad, desde el enfoque de las ciencias ambientales, se seleccionaron 20 indicadores acordes con el espacio municipal de análisis considerando los criterios de diagnóstico y atributos de sustentabilidad. Según los resultados, Villa Guerrero es más sustentable, en comparación con Tenancingo de Degollado y Malinalco. Se concluye que es necesario avanzar en la construcción de indicadores que se puedan utilizar en diversas escalas espaciales, e incorporar criterios territoriales, ambientales, políticos, socioculturales y tecnológicos, para fortalecer los procesos de evaluación de sustentabilidad.
Palabras clave: sustentabilidad, MESMIS, indicadores sociales, indicadores demográficos, indicadores económicos, Malinalco (México), Tenancingo de Degollado (México), Villa Guerrero (México).
Abstract : In this study, sustainability in the municipalities of Malinalco, Tenancingo de Degollado and Villa Guerrero, located in the ecotone zone of the State of Mexico, was assessed between 2017 and 2019. Using a methodology based on the Framework for the Assessment of Management Systems Incorporating Sustainability Indicators, from an environmental sciences approach, 20 indicators were selected in accordance with the municipal space analyzed considering diagnostic criteria and sustainability attributes. According to the results, Villa Guerrero is more sustainable compared to Tenancingo de Degollado and Malinalco. It follows that progress is needed in the construction of indicators that can be used at various spatial scales, and incorporating territorial, environmental, political, socio-cultural and technological criteria in order to strengthen sustainability assessment processes.
Keywords: sustainability, MESMIS, social indicators, demographic indicators, economic indicators, Malinalco (Mexico), Tenancingo de Degollado (Mexico), Villa Guerrero (Mexico).
Introducción
La sustentabilidad se plantea como un paradigma para hacer frente a la degradación ambiental, al aprovechamiento inadecuado de los recursos naturales y para mejorar las condiciones de vida de la sociedad; sin embargo, es necesario contribuir al diseño de alternativas que permitan consolidar su significado y alcance, e incluir la construcción de indicadores que posibiliten comprender la realidad. Si bien se sugiere el marco para la evaluación de sistemas de manejo incorporando indicadores de sustentabilidad (MESMIS) (Masera, Astier y López, 1999), como un instrumento para hacer operativa la sustentabilidad, a través de la evaluación y comparación de diversos aspectos, e incluso considerar la multidimensión del concepto (ecológica, económica, social, cultural y temporal) (Masera y López, 2000), los estudios realizados solo se han limitado a elaborar listas de indicadores para el ámbito municipal.
Aunque existe un trabajo amplio en el desarrollo de indicadores de tipo biofísico, en especial para subsistemas concretos en condiciones controladas (de sustentabilidad del recurso suelo o para un cultivo determinado), y pese al planteamiento de indicadores económicos, dirigidos a la comercialización de productos agrícolas, no se ha trabajado lo suficiente en la incorporación de criterios sociales e institucionales, por lo que las propuestas de evaluación de sustentabilidad quedan normalmente en marcos generales (Astier, Masera y Galván, 2008).
Destacan las contribuciones y estudios previos para la evaluación de la sustentabilidad a partir de la metodología MESMIS, de Silva y Ramírez (2017), sobre agroecosistemas mediante indicadores de sostenibilidad en San José de las Lajas, provincia de Mayabeque, en Cuba. Las autoras elaboraron indicadores de sostenibilidad para tres agroecosistemas, e identificaron que tienen niveles de sostenibilidad altos (>0.7).
Del mismo modo, Alonso y Guzmán (2006) hicieron una evaluación comparada de la sostenibilidad agraria en el olivar ecológico y convencional en la comarca de los Pedroches, en Córdoba, España. Para ello compararon la producción de aceite de oliva ecológico y convencional a partir de 17 indicadores de sostenibilidad, de los cuales 13 tienen valores mayores en ese olivar ecológico. Esta evaluación muestra que las tecnologías aplicadas y las labores realizadas en los cultivos ecológicos y convencionales de olivares hacen que los primeros tengan una sostenibilidad global más alta. Así, el cultivo y la venta de aceite ecológico puede ser un estímulo para incrementar los beneficios económicos de los olivicultores, a la vez que se preservan los recursos naturales.
Delgado, Armas, D’Aubeterre, Hernández y Araque (2010) analizaron la sostenibilidad del sistema de producción capra hircus-aloe vera (caprino-sábila) en la región semiárida de Cauderales del municipio Urdaneta del estado Lara, Venezuela, con la metodología de la investigación participativa y el enfoque agroecológico, para la caracterización del sistema y la medición de 21 indicadores identificados por los productores, en las dimensiones ambiental, social y económica. Determinaron un índice de sostenibilidad de 2.8, que permite clasificar al sistema como medianamente sostenible, influenciado por la dimensión económica, mientras que la ambiental y la social presentaron más limitantes para la sostenibilidad.
En México, Neri et al. (2013) evaluaron la sustentabilidad del acuífero Cuautitlán-Pachuca, mediante 14 indicadores compararon dos sistemas, uno de referencia y otro alternativo, y concluyeron que en la actualidad el acuífero es menos sustentable. Así mismo, Priego, Galmiche, Castelán, Ruiz y Ortiz (2009) hicieron una evaluación comparativa de la sustentabilidad de dos unidades de producción de cacao, con 22 indicadores, definidos a partir de ejercicios participativos con los productores. El caso orgánico se acercó más a los valores deseables debido a los valores que tienen los atributos de adaptabilidad, equidad y autogestión. Y en el análisis por dimensión de sustentabilidad, la ambiental obtuvo los resultados más elevados. Por su parte Gutiérrez, Aguilera, González y Juan (2011) realizaron la evaluación preliminar de la sustentabilidad de una finca experimental agroecológica, en el subtrópico del altiplano central de México, analizaron variables del sistema para la comprensión de los procesos ecosistémicos, así como de sus factores técnicos de sustentabilidad.
Hay muy pocos estudios de caso a escala municipal, como el de Jiménez, Gutiérrez, Juan y González (2017), quienes evaluaron la sustentabilidad multiescalar en el municipio de Ocoyoacac y la comunidad de San Juan Coapanoaya, Estado de México, mediante indicadores -utilizaron 21- y atributos de sustentabilidad. También Gervacio y Gutiérrez (2016) lo hicieron en el de Acambay, por medio del MESMIS, usaron 23 indicadores con el fin de generar y gestionar una propuesta para mejorar la sustentabilidad.
Sin embargo, a pesar de estos avances existen pocos esfuerzos sistemáticos y consistentes para hacer operativos los principios generales de sustentabilidad en casos concretos (Ramírez, Gutiérrez, Juan y Balderas, 2019). No se ha logrado desarrollar procedimientos mediante los cuales la evaluación de sustentabilidad se convierta en un instrumento necesario para mejorar el perfil socioambiental de los sistemas de manejo o tecnologías sujetas a análisis. El MESMIS se considera un marco metodológico en desarrollo, con estructura flexible a diversos niveles de información y capacidades técnicas diferentes, incluye análisis y retroalimentación, contempla el entendimiento integral de las limitantes y posibilidades de integración y es aplicable al ámbito local de productores campesinos del mundo en desarrollo.
La finalidad de este trabajo es analizar la sustentabilidad municipal a través de indicadores, en los municipios de Malinalco, Tenancingo de Degollado y Villa Guerrero, ubicados en la zona ecotono del Estado de México, seleccionados debido a la problemática ambiental que enfrentan actualmente por la contaminación del agua, aire y suelo por el uso excesivo de fertilizantes y plaguicidas químicos. Esta investigación da pauta para que la zona en estudio sea visualizada, evaluada y analizada desde la perspectiva de las ciencias ambientales, genere conocimientos y proponga alternativas que contribuyan al desarrollo sustentable.
Metodología
En la elaboración del trabajo se combinaron métodos cuantitativos y cualitativos, se contó con la participación de investigadores de la Universidad Autónoma del Estado de México y el apoyo del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural y, sobre todo, de productores y pobladores de la región analizada; a continuación se describen las cinco etapas y el planteamiento.
La primera fue la definición del objeto de estudio y caracterización geográfica de la zona de estudio: se identificaron las características geográficas, biofísicas, económicas y sociales de Malinalco, Tenancingo de Degollado y Villa Guerrero.
La segunda consistió en la determinación de fortalezas, oportunidades, debilidades y amenazas (FODA) de los municipios: esto permitió la selección posterior de los indicadores ambientales, sociales y económicos, que después se utilizaron para los procesos de análisis, formulación de estrategias y resolución de problemas.
En la tercera se seleccionaron y definieron los indicadores estratégicos: a partir de los atributos de sustentabilidad se realizó el análisis de congruencia entre los puntos críticos, los criterios de diagnóstico e indicadores, lo que derivó en una lista de estos últimos para cada criterio seleccionado; se destacó el vínculo entre indicadores, criterios de diagnóstico, puntos críticos y atributos de sustentabilidad. En la Tabla 1 aparecen los valores óptimos, la fuente y la argumentación de los 20 indicadores.
La cuarta incluyó la medición, monitoreo, indización e integración de resultados de indicadores: la medición de estos últimos se realizó con entrevistas no estructuradas, cuestionarios estructurados y observación directa en campo, que permitieron identificar los problemas ambientales, económicos y sociales del territorio elegido. Los indicadores fueron indizados mediante la determinación de valores óptimos. La integración de índices de cada indicador se representó por el análisis de los valores, por medio de un diagrama radial, y el proceso metodológico de los índices de sustentabilidad se desglosó de manera gráfica. El análisis de los resultados de la evaluación de sustentabilidad se hizo en los atributos.
En la quinta se llevó a cabo el análisis comparativo de los niveles de sustentabilidad: al estudiar la sustentabilidad de cada municipio surgieron las fortalezas y debilidades principales, se obtuvieron sus puntos críticos y, mediante la evaluación, se conoció la situación actual de la zona de estudio; después se realizó el análisis comparativo.
Resultados
Caracterización
El Estado de México se localiza en el centro del territorio nacional, está conformado por 125 municipios y alberga a poco más de 15 millones de habitantes. Los municipios de la zona analizada se ubican al sur, con una extensión territorial de 611.24 km2, y altitudes de 1 580 msnm (Malinalco) a 3 760 msnm (Villa Guerrero). Colindan con los municipios de Ocuilan, Joquicingo, Tenango del Valle, Coatepec Harinas, Ixtapan de la Sal, Zumpahuacán y con el estado de Morelos (H. Ayuntamiento de Malinalco, 2016; H. Ayuntamiento de Tenancingo de Degollado, 2016; H. Ayuntamiento de Villa Guerrero, 2016) (véase Figura 1).
Predominan los climas semicálido subhúmedo, templado húmedo y templado subhúmedo, con lluvias en verano. La temperatura promedio es de 18 °C, con mínima de 5 °C y máxima de 39 °C, y precipitaciones entre 800 y 1 300 mm.
La zona pertenece a la región hidrográfica RH18-Balsas; cuenta con 50 manantiales distribuidos entre los tres municipios y 16 ríos perennes de los cuales destacan Chalma, Tenancingo y Texcaltenco, que sirven para la distribución y aprovechamiento. También existe un manantial de aguas termales, conocido como El Salitre, que pertenece a Villa Guerrero (H. Ayuntamiento de Malinalco, 2016; H. Ayuntamiento de Tenancingo de Degollado, 2016; H. Ayuntamiento de Villa Guerrero, 2016).
Predominan las rocas ígneo-extrusivas (basalto y toba) y las sedimentarias (caliza y arenisca-conglomerado). En los municipios, el uso de suelo más representativo es el forestal, cuya superficie cubre 40%, del cual entre 15 y 20 se encuentra deforestado, seguido por el de uso agrícola, con 35%; se siembra principalmente maíz, avena, forraje, frijol, hortalizas y flores; el uso de suelo urbano solo en Tenancingo de Degollado supera 10% del total de su territorio y los cuerpos de agua representan entre 1 y 2% (H. Ayuntamiento de Malinalco, 2016; H. Ayuntamiento de Tenancingo de Degollado, 2016; H. Ayuntamiento de Villa Guerrero, 2016).
La vegetación predominante es bosque mixto de pino-encino, el bosque de pino y la selva baja caducifolia, donde abundan las especies maderables como sauces, ahuehuetes, guaje, huajillo, palo dulce, encino, carrizo y madroño; también frutales como aguacate, ciruelos, plátano, durazno, naranjo, granada, capulín y café. En Tenancingo de Degollado y Villa Guerrero destaca el cultivo y producción de flores, la mayoría en invernadero, como rosa, gladiola, clavel, pompón, gerbera y nube. En cuanto a la fauna, se observan mamíferos como tejones, ardillas, mapaches, armadillos, conejos, tlalcoyotes, cacomixtles, tlacuaches; reptiles como lagartijas, variedades de serpiente y aves como lechuzas, zopilotes, gaviotas y pájaros como carpintero, gorriones, jilgueros y tórtolas (H. Ayuntamiento de Malinalco, 2016; H. Ayuntamiento de Tenancingo de Degollado, 2016; H. Ayuntamiento de Villa Guerrero, 2016).
Dentro de los municipios estudiados hay cinco zonas protegidas: Parque Nacional Desierto del Carmen, Parque Estatal Ecológico, Recreativo y Turístico Hermenegildo Galeana, pertenecientes a Tenancingo de Degollado; Parque Ecológico y Recreativo de Tenancingo, Malinalco y Zumpahuacán; Área de Protección de Flora y Fauna Nevado de Toluca, ubicada en los municipios de Metepec, Chapultepec, Calimaya, Zinacantepec, Ixtapan de la Sal, Tenancingo de Degollado, Tenango del Valle, Almoloya de Juárez, Villa Guerrero, Toluca de Lerdo, Coatepec de Harinas y Temascaltepec; Parque Natural de Recreación Popular Nahuatlaca-Matlazinca, ubicado en los municipios de Joquincingo, Texcalyacac, Malinalco, Ocuilán, Tenango del Valle y Santiago Tianguistenco (H. Ayuntamiento de Malinalco, 2016; H. Ayuntamiento de Tenancingo de Degollado, 2016; H. Ayuntamiento de Villa Guerrero, 2016).
En los aspectos sociodemográficos, los municipios tienen 191 442 habitantes, 50.99% (97 616) son del sexo femenino y 49.01 (93 826) del masculino (INEGI, 2010). En relación con la población económicamente activa (PEA) e inactiva (PEI), Malinalco cuenta con 9 459 y 9 100; Tenancingo de Degollado, con 31 777 y 24 251, y Villa Guerrero, con 17 514 y 14 477 de PEA y PEI respectivamente (INEGI, 2010). Tenancingo de Degollado tiene la densidad poblacional más elevada, con 554 hab/km2 y Malinalco la más baja, con 126 hab/km2 (INEGI, 2010).
Debido al relieve y clima de la zona, la actividad económica principal es la floricultura; en Malinalco, 31.33% de su población trabaja en el sector primario, 28.78 en Tenancingo de Degollado y 66.64 en Villa Guerrero (INEGI, 2010).
Diagnóstico FODA
Con este diagnóstico se identificaron las problemáticas sociales y ambientales, y se detectaron las limitaciones principales y potenciales de cada municipio (véanse Tablas 2, 3 y 4).
A pesar de que Malinalco tiene un campo fértil y altamente rentable, su red de distribución de agua potable es mala y obsoleta por las fugas. Existen programas gubernamentales de apoyo para la acuacultura, el desarrollo forestal y para el campo, pero este último se encuentra en el abandono y hay mal uso del suelo.
En Tenancingo de Degollado las condiciones naturales (clima, relieve) favorecen la producción de especies florícolas, lo que genera cambios de uso de suelo y pérdida de recursos forestales. Se fomenta la cultura del uso racional del agua, aunque la red de drenaje se descarga directamente a los ríos.
Las condiciones naturales (clima, relieve) de Villa Guerrero son favorables para contar con un campo fértil y altamente rentable, pero también la producción florícola provoca el cambio de uso de suelo, gran contaminación en ríos y contingencia en materia de salud pública.
Evaluación de sustentabilidad de los municipios mediante indicadores de sustentabilidad
Con la determinación de fortalezas, oportunidades, debilidades y amenazas por cada municipio se seleccionaron los indicadores para evaluar la sustentabilidad. Se obtuvo el valor real (a través de fuentes bibliográficas como los planes de desarrollo municipales, los censos de población y vivienda y el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social), y se comparó con el valor óptimo para obtener el índice de sustentabilidad de cada indicador por municipio, con las fórmulas siguientes:
(V.O /V.R) * 100 para minimizar un indicador
(V.R /V.O) * 100 para maximizar un indicador
donde V.O es el valor óptimo, y V.R el valor real.
Para obtener el índice general de cada municipio, se realizó la sumatoria de los índices por indicador y se dividió entre los 20 evaluados (20) (véanse Tablas 5, 6 y 7).
Integración gráfica de los indicadores de sustentabilidad
En la integración de los tres índices de sustentabilidad de los municipios estudiados se perciben semejanzas y diferencias en cada demarcación, respecto a los valores de los indicadores (véase Figura 2).
Tenancingo de Degollado ostenta el valor mayor en consumo total diario de agua por habitante, con 198 litros, supera el valor óptimo por 63 litros (46.6%); excedente que en un futuro generará problemas de sobreexplotación y distribución del recurso. Malinalco presenta el consumo menor (77%), esto se debe al tamaño de su población.
De muevo, Tenancingo de Degollado tiene el valor mayor en el porcentaje de la población con acceso a agua potable, pues dota de este recurso a 95% de los habitantes y satisface sus necesidades; mientras que el de Malinalco es de 85%, cabe señalar que en este rubro el acceso es aceptable en los tres municipios.
Las tres unidades estudiadas presentan un grado moderado de superficie erosionada (25%), propiciada por actividades antrópicas principalmente debido al cambio de uso de suelo para la implementación de la floricultura, que causa problemas y alteraciones al ecosistema.
Tenancingo de Degollado produce más residuos sólidos (supera las 90 toneladas por día), lo que provoca problemas ambientales y de salud, aunado a la poca cultura de la población para implementar la separación de éstos.
Villa Guerrero tiene más superficie forestal deforestada (poco más de 48%), debido al cambio de uso de suelo para la implementación de la floricultura y a la poca participación en acciones de reforestación; situación que contrasta con la de Malinalco cuyo territorio deforestado es poco más de 14%.
Villa Guerrero tiene más población ocupada (72%), esto se debe a la utilización de mano de obra para la producción, distribución y venta de la floricultura; en este rubro, Malinalco y Tenancingo de Degollado presentan 58%, cabe mencionar que para este último el porcentaje representa más de 60 000 habitantes, es decir, 90% del total de la población de Villa Guerrero.
En los tres municipios la población desocupada es menos de 1%, pero hacen falta acciones para mitigar o reducir esta cifra, ya que eso fomenta que comience la emigración a otros municipios, estados o países; también genera delincuencia.
En lo que concierne a la población en situación de pobreza, los tres municipios presentan valores menores a 2%, debido a la poca eficiencia de programas para el desarrollo social. El número de personas analfabetas es menor a 1%, no obstante es necesario abrir escuelas para que, sobre todo, las adultas puedan aprender a escribir y a leer, lo que sería benéfico, y así aumentarían aquéllas con preparación escolar y también la escolaridad.
Tenancingo de Degollado cuenta con varias instituciones que ofrecen educación superior, lo que eleva la escolaridad. A pesar de que en Villa Guerrero también existen dichas instituciones, su valor promedio en años de escolaridad es más bajo, debido a que la población prefiere comenzar a trabajar en la floricultura que seguir estudiando.
Los derechohabientes de servicios de salud en Malinalco constituyen 68.7%, y 47 en Tenancingo de Degollado, que representa poco más de 45 000 habitantes, es decir, más del total de la población de Malinalco y cerca de 70% de la de Villa Guerrero.
Con respecto a los hogares indígenas censados, Villa Guerrero tiene el valor más elevado dado que, en comparación con el censo del INEGI del año 2000, éstos disminuyeron de 158 a 152 y, a pesar de que Tenancingo de Degollado presenta el valor más bajo, ahí dichos hogares aumentaron en relación con el mismo censo, y de 345 pasaron a 559, a partir del apoyo otorgado al sector.
Pese a que Villa Guerrero ostenta el valor mayor, en población con limitaciones (problemas mentales, para moverse, hablar, oír y ver), es en Malinalco donde este indicador ha aumentado al doble, en comparación con el conteo del INEGI de 2005; que en Villa Guerrero se duplicó y en Tenancingo de Degollado se triplicó, lo que significa que cada año crece el número de estas personas.
Para las viviendas particulares habitadas que disponen de luz eléctrica, los datos para los tres municipios son positivos y similares, todos cuentan con el servicio en más de 95% de las viviendas, con lo que la empresa encargada de suministrarlo y administrarlo satisface las necesidades de la población.
En Tenancingo de Degollado, 85.6% de las viviendas particulares habitadas tienen agua potable, y 79% en Malinalco; a pesar de que los valores son altos, lo ideal es que todas las viviendas dispongan del servicio.
Con respecto al drenaje, 90% de las viviendas particulares habitadas disponen de él en Tenancingo de Degollado y 75.5 en Malinalco. Los habitantes están insatisfechos con este servicio, que presta el ayuntamiento, debido a que le da poco mantenimiento, y eso provoca que en muchas ocasiones el agua se vierta directamente en los ríos, con la contaminación consecuente, y la proliferación de flora nociva y la muerte de la fauna.
En cuanto a la incidencia de organizaciones gubernamentales y ONG, Tenancingo de Degollado y Villa Guerrero tienen los valores más altos (87.5%), ahí se encuentran 15 de los 16 organismos, en comparación con los existentes a escala federal, lo que genera más empleos, solución a problemas y cuidado al medio ambiente; lo mismo sucede en Malinalco, que cuenta con 75% (14 de 16).
Tenancingo de Degollado tiene 99% de hablantes de lengua indígena; de 2005 a 2010 solo disminuyó una persona, debido a los apoyos y programas establecidos para este sector. En este rubro, Villa Guerrero cuenta con 68.2%, ya que de 2005 a 2010 disminuyeron 33 personas, porque no hay mucho apoyo ni programas para esta población. En Malinalco, el renglón representa 75.4%, puesto que de 2005 a 2010 hubo una disminución de 14 hablantes de lengua indígena. Dicha reducción se debe, principalmente, al deceso de pobladores.
En los tres municipios, el uso de plaguicidas y de fertilizantes químicos es de 6.6% y 0.25% respectivamente. Debido a ello, es posible implementar alternativas, como la disminución de productos químicos y el aumento del uso de plaguicidas y fertilizantes naturales, para cuidar el medio ambiente y la economía del productor. En Villa Guerrero se utilizan los plaguicidas y fertilizantes en más hectáreas en comparación con Malinalco.
Evaluación de la sustentabilidad en los municipios mediante atributos de sustentabilidad
Para analizar el comportamiento de los indicadores se retomaron las aportaciones de Gutiérrez (2013), y se elaboró una escala con valores cuantitativos y cualitativos con los rangos siguientes: 0-19, muy bajo; 20-39, bajo; 40-49, medio; 60-79, alto y 80-100, muy alto.
Análisis por atributo en Malinalco
El valor de la estabilidad, adaptabilidad y resiliencia es alto, y a pesar de que el del acceso al agua potable se pondere como muy alto, el del consumo total por habitante es medio, eso permite el equilibrio y/o recuperación rápida del sistema en caso de perturbación. La autoorganización tiene un valor bajo, debido a que en el municipio no se cuenta con una distribución de acciones que puedan reducir el porcentaje de erosión, deforestación y la generación de residuos sólidos.
La productividad tiene un valor bajo, porque poco más de la mitad de la población tiene la capacidad de producir riqueza o un bien a partir de insumos en determinado lugar y tiempo. La equidad representa un valor medio, por lo tanto no hay capacidad adecuada para distribuir los beneficios o riquezas que generan los indicadores en este atributo. La viabilidad institucional está representada con un valor alto, debido a la incidencia de 12 organizaciones, de las 16 establecidas a escala federal, que apoyan las propuestas económicas, sociales y ambientales para propiciar mejoras.
El valor de la adaptabilidad cultural es alto, debido a que se han aplicado tecnologías y apoyos en pro de la conservación de las creencias y las tradiciones; pero el de la adaptabilidad tecnológica es muy bajo, ya que se han aplicado tecnologías pero en contra del ambiente, como el uso de grandes cantidades de fertilizantes químicos en los cultivos, que causan alteraciones al sistema.
Análisis en Tenancingo de Degollado
Para la estabilidad, adaptabilidad y resiliencia el valor es alto, dado que la población con acceso a agua potable presenta uno ponderado muy alto, el consumo de agua por habitante supera el valor óptimo, con el paso de los años eso no permitirá el equilibrio y/o recuperación rápida del sistema en caso de perturbación, lo que provocará que dicho atributo sea negativo. La autoorganización tiene un valor medio, debido a una mala distribución de actividades para implementar acciones que reduzcan el porcentaje de erosión, deforestación y de la gran cantidad de residuos sólidos.
La productividad es un atributo con valor bajo, porque cerca de 60% de la población cuenta con la capacidad de producir un bien o riqueza en un tiempo y lugar determinado a partir de un insumo. A pesar de que el valor de la equidad es medio, no es del todo bueno para esta demarcación, porque pese a tener indicadores de valor muy altos, también están los negativos, como la población en situación de pobreza, lo que provoca que en el municipio no haya una distribución adecuada de la riqueza o beneficios, en perjuicio de la sustentabilidad.
El valor de ponderación de la viabilidad institucional es muy alto, porque cuenta con 14 organizaciones con incidencia, de las 16 establecidas en el ámbito federal, las cuales apoyan las propuestas económicas, sociales y ambientales para lograr mejoras. La adaptabilidad cultural es representada con valor ponderado muy alto, pues se han dado apoyos y aplicado tecnologías para salvaguardar las tradiciones y creencias, en aras de conservar la cultura indígena. La adaptabilidad tecnológica cuenta con un valor muy bajo, por la aplicación de tecnologías en contra del cuidado del ambiente, como el uso intensivo e indiscriminado de fertilizantes y plaguicidas químicos que se suministran principalmente en la floricultura, lo que genera alteraciones al sistema ecológico.
Análisis por atributo en Villa Guerrero
La estabilidad, adaptabilidad y resiliencia tienen un valor muy alto, debido a que la población con acceso a agua potable presenta una ponderación de igual magnitud, el consumo de agua por habitante se encuentra muy cerca del valor óptimo lo que, con el paso de los años, no permite el equilibrio y/o recuperación rápida del sistema en caso de perturbación. Para la autoorganización, el valor ponderado es medio, lo que significa mala implementación en la distribución de las actividades y acciones para reducir el porcentaje de deforestación, debido al cambio de uso de suelo para la floricultura, así como a la erosión y la generación de residuos sólidos.
El valor de ponderación de la productividad es bajo, pero resalta que debido a la floricultura el atributo está en zona de transición hacia uno medio, ya que la población cada vez tiene mayor capacidad de producir riquezas a partir de insumos en un tiempo determinado. El valor de la equidad es medio, esto no es del todo bueno, pues a pesar de que se incluyan indicadores con ponderación de muy alto, también cuenta con los negativos, lo que causa que la distribución de los beneficios o la riqueza no sea óptima, en detrimento de la sustentabilidad.
La viabilidad institucional cuenta con un valor ponderado muy alto, debido a que se encuentran presentes 14 organizaciones con incidencia, de las 16 establecidas a escala federal, con ellas se logra apoyar propuestas sociales, ambientales y económicas. La sustentabilidad en adaptabilidad cultural tiene valor alto, ya que se han aplicado apoyos y tecnologías en favor de las tradiciones y creencias. Pero el valor de la adaptabilidad tecnológica es muy bajo, debido a que se aplican tecnologías que dañan al ambiente, como el uso intensivo de químicos para la floricultura, lo que altera y daña al sistema ecológico.
De acuerdo con los datos establecidos y los resultados obtenidos, la sustentabilidad de Villa Guerrero es de 51.18%, la de Tenancingo de Degollado de 50 y la de Malinalco de 47.17. Según estos resultados y con base en una escala de Likert, los municipios ostentan una sustentabilidad media, es decir, se debe poner énfasis en todos los indicadores con los que se trabajó, pero sobre todo en aquéllos con valor de sustentabilidad bajo y muy bajo, como los de adaptabilidad tecnológica y productividad.
Conclusiones
La evaluación de la sustentabilidad constituye un reto de gran importancia, debido a que es un método que permite administrar racional y eficientemente el uso y consumo de los recursos para mejorar el bienestar de la sociedad actual, sin poner en riesgo la calidad de vida de las generaciones futuras. En esta investigación se evaluó el grado de sustentabilidad en Malinalco, Tenancingo de Degollado y Villa Guerrero, ubicados en la zona ecotono del Estado de México, a partir de 20 indicadores soportados en los criterios de diagnóstico, atributos de sustentabilidad y áreas de evaluación del MESMIS. Es recomendable incrementar el número de indicadores, así como las áreas de análisis con el fin de tener un mayor soporte para evaluar la sustentabilidad.
Con respecto a la metodología utilizada, el MESMIS no es exclusivo para los sistemas agroecológicos, debido a que una de sus características es que es jerárquico, lo cual permite realizar una evaluación por áreas (ambiental, económica, social, cultural, tecnológica, institucional), por atributos de sustentabilidad (productividad, estabilidad, confiabilidad y resiliencia, adaptabilidad, equidad y autogestión) y por indicadores, criterios considerados para el desarrollo de la investigación. Debido a la flexibilidad del MESMIS, es posible contribuir a la construcción y/o selección de indicadores soportados en las características propias de la unidad de análisis.
Referencias
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Notas
Cómo citar: Garcés Díaz, S., Gutiérrez Cedillo, J. G., Pérez Ramírez, C. A., y Franco Plata, R. (2019). Evaluación de la sustentabilidad en tres municipios de la zona de ecotono del Estado de México. región y sociedad, 31, e1184. doi: 10.22198/rys2019/31/1184